El porqué del amarillo en nuestros plásticos
Pues sí, es un mal endémico conocido de casi todos los ordenadores y microordenadores producidos durante el siglo XX. El problema radica en que en la fabricación de muchos de los plásticos utilizados en los equipos de aquella época se usaba un compuesto denominado bromo que hace precisamente que hoy estemos hablando de restaurar plásticos.
Pues el susodicho bromo es el responsable de que nuestros queridos amigos se vuelvan amarillentos y no hagan justicia al esplendor que tenían cuando salieron de fábrica.
Hace no mucho tiempo he adquirido un Tandon 286, para tener un equipo retro donde poder disfrutar adecuadamente de muchos de los juegos de aquella dorada época del inicio del pc compatible. Si bien es verdad, que mi Olivetti 286 debería de haber sido mi opción a elegir por aquello de volver a tener los equipos de mi infancia, me ha sido difícil conseguirlo a un buen precio, así que no me ha quedado más remedio que optar por este primo hermano.
Pues para que sepáis de que estoy hablando fijaros en esta foto el estado del plástico frontal del Tandon 286.

Dejando a un lado la instalación del PcFutbol, jajaja, como podéis observar tiene un tono amarillo que no cuadra con la carcasa de metal.
Evidentemente ese no era su color cuando salió a la venta.
Soluciones para la restaurar plásticos amarillentos
Pero para todo, o casi todo hay una solución en esta vida. Podemos eliminar esa capa de bromo, por lo menos temporalmente, utilizando Agua Oxigenada y rayos UV.
El tema de los rayos UV lo podemos hacer simplemente poniéndolo al sol, pero si sois mas sibaritas y tenéis una lampara , pues no tendréis que esperar a un día soleado.
Sobre el tema del agua oxigenada, hay una forma muy económica que es utilizar el producto en crema al 40%. Este suele ser usado en peluquerías para decolorar el pelo y que el tinte sea absorbido por el pelo sin problemas.

Con esta crema, simplemente la tendremos que repartir uniformemente por la pieza y recubrirlo todo con film transparente para que la reacción se produzca de manera correcta.

En algunos casos, como es el mío, en las primeras exposiciones no se realiza el blanqueado correctamente, sobre todo porque la colocación del producto no ha sido la correcta o la exposición no ha sido uniforme.
Es raro pero puede pasar, en estos casos, yo no he sido capaz incluso después de nuevas exposiciones de que el blanqueo sea uniforme.

Después de tres días de exposición, y tras realizar el lavado el resultado final es el siguiente.

Y ya eliminado el producto, ojo cuidado con tocar con las manos que es irritante al contacto.

Aquí con un poco mas de detalle las manchas que han aparecido en el proceso.

Evidentemente está mucho mejor que al principio, pero es una pena que esas manchas hayan aparecido. En algunos círculos se le denomina efecto mármol y la verdad es que se le asemeja bastante.
Conclusiones
La próxima vez tengo que probar a restaurar plásticos realizando la reacción sumergida en agua, y utilizar peróxido de hidrógeno. Parece ser que la reacción se produce de manera mas homogénea y hay menos peligros. Por lo menos así lo hace nuestro querido amigo The 8-Bit Guy
De todas formas, la siguiente prueba la haré sobre alguna cosa que no le tenga tanto aprecio, el pobre Tandon 286 ha quedado marcado de por vida.
Si tengo nuevas mejoras sobre el proceso, por supuesto que seréis los primeros en saberlo.
Venga, cuidaros, nos vemos en la próxima entrada.
Como aficionado (también) a la numismática he de manifestarme en defensa del amarilleamiento de los plásticos, pues ese Tandon 286 con un aspecto de “recién salido de fábrica” no va a cubrir del todo mi vacío nostálgico al carecer de la patina del tiempo. Sería como tener una milenaria moneda griega completamente nueva junto a una visibemente usada. Con la primera estudiaré su acuñación, pero con la segunda -además- me preguntaré ¿Por qué manos pasó?¿Qué se compró con ella?¿Quién le haría este recorte y porqué se vería obligado a ello? En definitiva ¿Porqué se ve como se ve?
Si a mis manos llega un ordenador viejo y se ve viejo espero que además tenga el disco duro lleno de viejos programas. Además trastearé con él sin miedo a deteriorarlo, cosa que con un equipo impoluto me costaría. Tuve varios Amstrad CPC 464, algunos completamente nuevos. Al final me quedé con el que usaba, que era el más viejuno, pero también el que “sentía más mío”.
Por supuesto me chiflan los equipos antiguos por los que no ha pasado el tiempo. Pero sobre todo para admirarlos, no para tenerlos.
Este comentario manifiesta sólo mi parecer. Mis respetos a todos los coleccionistas de ordenadores-cuanto-más-nuevos-mejor pues los demás podemos admirar sus colecciones sin el, también admirable, esfuerzo de haberla creado.
Muchas gracias Carolo por trasmitirnos tus experiencias y tu postura ante la restauración de retro-ordenadores.
Bueno lo primero que hay que dejar claro, es que cada uno elige como dar una segunda vida a nuestros pequeñines.
Por su puesto que entiendo tu postura de no alterar el estado que el paso del tiempo ha ido dejando sobre los ordenadores, y mucho más si durante su vida ha recibido algún tipo de personalización por sus anteriores propietarios. Sin embargo, y esto es solo mi opinión, para mí el blanqueo no atenta contra esa directriz. Lo que nunca se me ocurriría sería pintar un equipo, como por ejemplo el Tandon 286 en cuestión, el cual finalmente ha quedado marcado de por vida con las vetas grises que comento en la entrada.
Hace un tiempo rescaté de la quema un CPC 464 que venía en las últimas. Lo habían sumergido en barro y en el teclado, o lo que quedaba de él, estaba atrapado el mal humor de su anterior usuario en forma de pelos y lo que parecían excrementos de rata. Este equipo tuvo que pasar por una limpieza profunda. Además de reparación de pistas en la placa base, etc. , pero eso es otra historia. En este tipo de casos, la pátina no es bella, jajaja.
Y ya por último, sobre el tema que comentas de no usar los ordenadores impolutos, yo desde luego los tengo para usarlos, aunque cada uno hace su colección con un objetivo. Para mí, los rescato para traerlos a la vida y que funcionen, y sobre todo poder disfrutarlos.
Bueno, espero verte por aquí más veces y que compartas tus amplios conocimientos sobre el Cacharreo 😉