La duración de los videojuegos largos ha sido un tema recurrente de debate en la industria del videojuego desde siempre. Algunos jugadores defienden las largas aventuras que justifican cada euro gastado, mientras que otros prefieren experiencias breves pero intensas que dejen una huella imborrable.
Pero ¿es la duración de los videojuegos realmente un factor determinante en la calidad de un videojuego? Desde mi punto de vista no, pero si que es cierto que como todo en esta vida, depende.
Dependiendo del diseño o enfoque de los propios videojuegos, la duración puede ser un punto clave del mismo o no. Si que es cierto que las compañías en los últimos años nos han acostumbrado a juegos con miles de horas como punta de lanza de su calidad. Y quizá ahora eso está haciendo que muchos nuevos lanzamientos sean criticados por los jugadores por no seguir la senda que la propia industria había marcado.
Realmente valorar un videojuego únicamente por su duración no tiene sentido. Si un juego es malo con agonía, por más que dure lo único que va a conseguir es aumentar nuestro sufrimiento frente a él y nuestra desesperación. Un videojuego bueno son muchas variables equilibradas al milímetro para conseguir la jugabilidad perfecta. E incluso aún así, depende del gusto del jugador en muchas de las ocasiones. Exploremos con más detalle varios aspectos de la duración de los videojuegos para poder extraer conclusiones.
Los Juegos de Larga Duración: Entre la Inversión y la Repetición
Muchos juegos de mundo abierto como The Elder Scrolls V: Skyrim o The Witcher 3 prometen horas de contenido, exploración y desarrollo narrativo. Para muchos, estas largas aventuras representan una inversión excelente, ya que ofrecen decenas de horas de entretenimiento. Sin embargo, no están exentos de críticas. Algunos jugadores señalan que la duración de estos videojuegos a menudo depende de tareas repetitivas o misiones secundarias poco inspiradas, lo que puede convertir la experiencia en algo tedioso. Por eso la duración per sé no puede ser un baremo de calidad. La balanza entre calidad vs cantidad debe de estar equilibrada para conseguir el balance perfecto. Aunque si es cierto que este tipo de juegos, por como su son intrínsecamente, desde luego demandan larga duración. Pero como decimos debe de ser de calidad, sino rápidamente el desarrollo hace aguas y se vuelve monótono.
Experiencias Cortas: Impacto en Poco Tiempo
En el otro extremo del espectro están los títulos cortos pero memorables, como Journey, Inside o Portal. Estos juegos han demostrado que no es necesario ofrecer una experiencia de decenas de horas para ser impactantes. Su narrativa compacta y su diseño bien ejecutado son parte de su encanto. Sin embargo, también generan cierta controversia: algunos jugadores consideran que los juegos cortos no justifican precios altos y pueden dejar la sensación de que “faltó algo”. Es lo que yo denomino síndrome del mercadillo. Si fiscalizamos la inversión de un videojuego, libro o película solo por la cantidad de horas que nos tiene enganchados, estamos distorsionando el enfoque principal o la razón de ser de el arte. Pero es porque estamos intentando analizarlos desde un punto de vista mercantilista o estadístico. Los videojuegos, son obras de arte que tiene que contar un historia y divertir. Y no es necesario que la duración marque la calidad de los mismos. Por poner un ejemplo retro, hace muy poco me volví a pasar la versión remasterizada de Another World y sigue siendo una joya de juego, redondo en todos sus aspectos y con una duración contenida para los estándares actuales.
El Papel de los Servicios de Suscripción en los videojuegos
Con la popularización de servicios como Xbox Game Pass y PlayStation Plus, las reglas del juego están cambiando. Ahora, los jugadores tienen acceso a una amplia biblioteca de títulos por un precio fijo, lo que reduce la presión de justificar cada compra individual. Esto también ha permitido a los estudios experimentar con propuestas más breves sin temor a las críticas. Por otro lado, los “juegos como servicio”, como Fortnite, War Thunder o Destiny 2, han desafiado las nociones tradicionales de duración al ofrecer contenido continuo que mantiene a los jugadores comprometidos durante meses o incluso años. Es decir, estos servicios han cambiado las reglas de juego entre la relación que establecemos entre Euro gastado vs horas de diversión. Ya no es importante. Porque el coste se mantiene fijo en el tiempo independientemente de a que juguemos. Desde luego que este cambio de paradigma ha conseguido que muchos juegos sean disfrutados por jugadores que quizá de otra forma nunca hubieran adquirido un título así. Y ojo que nos dejamos el tema de los juegos Freemium y Homebrew, pero para eso ya podéis leer otro artículo sobre el tema en está misma página.
La Nostalgia de los Videojuegos Retro
Si miramos hacia el pasado, los videojuegos retro suelen ser mucho más cortos, pero también mucho más desafiantes. Títulos como Super Mario Bros. o Sonic the Hedgehog compensaban su brevedad con una dificultad elevada, lo que extendía su vida útil al requerir repetición y mejora constante. Hoy en día, este tipo de diseño se ha suavizado para adaptarse a un público más amplio, aunque la nostalgia por esos retos sigue presente. Pero está claro, que los jugadores ya no quieren pasarse 1 hora de su vida intentando un salto imposible una y otra vez. Por no hablar de tener que empezar desde el principio cada vez que te mataban. La dificultad en la época de los 8 y 16 bits era impuesta por las limitaciones de los propios sistemas y hacían que el jugador tuviera la impresión de que los juegos eran más largos de lo que realmente eran. Si no, buscar vídeos de algún juego clásico en donde se lo pasen entero sin perder ninguna vida, y se os caerán los anillos. En muchos casos de juegos de 8 bits no sobrepasaba los 12 minutos de duración. Pero eso sí… a ver quien era el guapo que se lo pasaba de carrerilla sin morir ni una sola vez, jejeje. Os dejo aquí un vídeo de un juegazo de Zx Spectrum como Saboteur para que lo veáis si no me creéis. Y que sepáis que lo pongo porque yo también finalmente me lo pasaba igual de rápido, jajaja.
Duración vs. Calidad en los Videojuegos: Lo que Realmente Importa
Entonces, ¿Qué buscan realmente los jugadores? La respuesta no es simple. Algunos prefieren largas odiseas en las que perderse durante semanas, mientras que otros se inclinan por juegos más cortos que se adapten a un estilo de vida con menos tiempo para dedicar a los videojuegos. Al final, la duración es solo uno de los muchos factores que influyen en la experiencia de juego. La narrativa, las mecánicas de juego y la capacidad de sorprender al jugador suelen ser mucho más relevantes. Y debería de ser lo que realmente moviera al jugador a disfrutar de un título u otro. No será la primera vez en mi caso que adquiero un juego que sé que es genial pero tengo claro que no lo voy a poder disfrutar en su totalidad por la falta de tiempo. Pero que no se amolde a mi tiempo libre no quiere decir que sea malo, solo eso, que no se ajusta a mí como jugador. A lo mejor prefiero jugar 30 minutos a un juego de estrategia y grabar mi progreso, o jugar una partida online a algún Shooter en el que el progreso no me influya mucho y pueda disfrutar de ese momento sin desventajas. Pero cada jugador es un mundo. Y mi mundo, como el de todos, es especial.
Al final siempre hay un Juego para Cada Tipo de Jugador
Lo que está claro es que la industria de los videojuegos ha evolucionado para ofrecer algo para todos los gustos. Desde aventuras interminables hasta historias breves e inolvidables, los jugadores tienen más opciones que nunca. ¿Y tú, qué prefieres? ¿Un juego que te acompañe durante meses o una experiencia intensa que puedas revivir una y otra vez? ¡Dejar vuestros comentarios!
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